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Patagonia chilena: la importancia de la conservación de áreas protegidas a través de los Planes de Manejo

13 de octubre de 2020

El archipiélago de la Patagonia es un intrincado conjunto de más de 40 mil islas y 103 mil km de costa con una gran riqueza ecológica y cultural. Para conservar estos valores, se requiere que cada área protegida cuente con al menos un Plan de Manejo que asegure una protección y gestión efectiva para su conservación en el largo plazo.

La Patagonia chilena es considerada uno de los lugares más prístinos del mundo, donde se relacionan ecosistemas de bosques, turberas, glaciares, fiordos y canales que convierten a esta zona en un tesoro mundial. En sus aguas, podemos encontrar zonas de alimentación para grandes cetáceos como las ballenas jorobadas, ballenas sei, delfines, bosques de macroalgas. Pero no solo eso; el complejo sistema que se da entre agua y tierra, genera una productividad que mantiene estos ecosistemas y que requiere mayor nivel de protección con urgencia.

En este territorio existen 19 parques, 13 reservas y 8 monumentos nacionales administrados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que cubren casi el 49% de la Patagonia chilena. Pero, la sola designación de un territorio como área protegida, no es suficiente si es que la administración, personal, financiamiento no están orientadas por un Plan de Manejo que garantice un correcto funcionamiento. Sin este plan estas áreas quedan expuestas a amenazas como la extracción de recursos, incendios, talas ilegales, y contaminación, entre otras.

Los Planes de Manejo son una herramienta de gestión que permite sentar las directrices para proteger y conservar una unidad o área específica, con el objetivo de mantener, por ejemplo, caudales de agua, conservar suelos, salvaguardar especies, aspectos culturales, todos elementos que tienen la potencialidad de generar servicios ecosistémicos para nuestra sociedad. Como tal, estos instrumentos de gestión permiten administrar y resguardar las áreas protegidas, y son fundamentales para mantener en el largo plazo elementos como bosques, ríos y tradiciones ancestrales –que en el proceso de planificación se conceptualizan como objetos de conservación dentro de un área protegida.

En el proceso de elaboración de los planes, la participación de las comunidades y de los actores involucrados que aportan información para la toma de decisiones es fundamental. “La Patagonia chilena es un sistema bien complejo, donde hay bosques, ríos, fiordos, montañas, estepa, pero por sobre todo habitantes y necesidad de planificación y desarrollo territorial con las comunidades próximas a las áreas protegidas. Apoyamos, desde la ciencia, la elaboración con fundamentos científicos de estos planes, ya que este esfuerzo va en sintonía con los objetivos del programa, que es contribuir a mejorar el estatus de conservación en la porción marina y terrestre de la Patagonia chilena, en un trabajo sinérgico con los actores locales y las instituciones de gobierno que deben desarrollar dichos instrumentos de gestión. Creemos que es fundamental la participación local y en particular la de las comunidades indígenas y actores locales que se vinculan al territorio”, comenta César Guala, director del Programa Austral Patagonia. Además, señala que existe un enorme desafío en cuanto a planificación en la Patagonia chilena, ya que es una zona de grandes archipiélagos, donde el trabajo se debe realizar integrando las áreas marinas y terrestres de gran valor para la conservación de la biodiversidad y para la sociedad en su conjunto.

¿Cómo se construyen los Planes de Manejo?

Para cada una de las unidades de protección del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, se requiere un Plan de Manejo, cuyo diseño e implementación es liderado por CONAF, sumado a la participación de diversas organizaciones y comunidades vinculadas al área protegida, las que contribuyen con información sobre biodiversidad, patrimonio cultural, aspectos relacionados al turismo, monitoreo, requerimientos y expectativas sobre lo que necesita un área.

Para desarrollar estos planes, también es de vital importancia la participación de las comunidades aledañas, ya que esto permite compatibilizar los distintos usos en el área, (como el uso público y los objetos de conservación, elementos del ecosistema y del paisaje, entre otros), lo que le da un sentido de legitimidad y permite una administración más integral de un parque, monumento o reserva.

¿Qué son los objetos de conservación?

Desde lo biológico son elementos de la biodiversidad como ballenas, glaciares, fiordos, canales, vegetación, turberas, aves, entre muchos otros. En lo cultural, pueden ser el patrimonio arqueológico, el conocimiento ancestral, tradiciones, memoria histórica, etc. Ambos objetos de conservación, además de los objetos de bienestar humano (como modos de vida, subsistencia económica, seguridad alimentaria, etc.), deben identificarse durante la elaboración de un Plan de Manejo de forma participativa y deben también validarse con las comunidades y por los actores claves vinculados a un área protegida.

El valor cultural que se le da a estos objetos, se vincula con la identidad, el uso y significación que una comunidad les asigna. Resaltar estas miradas y vínculos en la conservación orienta de mejor manera la planificación.

Una de las líneas de trabajo del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, consiste en acompañar y asesorar con información científica y técnica las distintas etapas de diseño y desarrollo de los Planes de Manejo que lidera CONAF en algunas zonas de la Patagonia chilena. “Es el caso de los procesos que se están apoyando desde la ciencia en los Parques Nacionales Corcovado, Kawésqar, Isla Magdalena y las Reservas Nacionales Las Guaitecas y Kawésqar, al levantar información científica de gran relevancia para el proceso”, señala Guala.

El programa, que cuenta con el financiamiento de The Pew Charitable Trusts, existe desde el año 2018 y desarrolla su quehacer a través de una amplia red de investigadores y profesionales en las áreas de planificación, y científicos en ámbitos marinos y terrestres asociados de diversas instituciones y disciplinas, y en alianza con organizaciones sociales y comunidades locales ligadas a la conservación, ciencia y territorio. Para más información visite www.programaaustralpatagonia.cl

Publicación original en: Diario El Ovejero

Fotografías: Nicolás Muñoz (UACh-CBA)

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