Un 45% del territorio fiscal de Chile no tiene destinación ni administración, es decir, existen territorios que -en caso de tener valor natural y cultural- podría resguardarse bajo alguna figura legal de protección. Es el caso del predio fiscal Torre del Avellano que busca ser un Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU), impulsada por las comunidades y municipio local.