Existen ecosistemas que cumplen funciones imprescindibles para el equilibrio ecológico y bienestar humano, y que están escasamente protegidos por la legislación chilena o por el Sistema de Áreas Protegidas del Estado. Es el caso, por ejemplo, de las cuencas de aguas dulce.
Desde el Programa Austral Patagonia promovemos y apoyamos la identificación y caracterización de estos y otros ecosistemas, generando información necesaria para su protección a través de política públicas.
Lagos, lagunas, pantanos, ríos, esteros, arroyos, humedales, entre otros, son parte de los ecosistemas dulceacuícola que constituyen un invaluable activo ambiental y turístico, y que entregan una serie de servicios ambientales fundamentales para el bienestar de las comunidades. En Chile existen 1.251 ríos emplazados en 101 cuencas principales, más de 15.000 lagos y lagunas, una de mayores superficies de glaciares del mundo, además de abundantes ríos, fiordos y caudales en la zona austral. Sin embargo, actualmente existen pocos instrumentos normativos para su conservación y, los que hay, han sido escasa o nulamente implementados.