Investigación científica del Programa Austral Patagonia de la UACh logró determinar los límites de las ocho Áreas Silvestres Protegidas del Estado en la zona austral y sostener que han sido excluidas de las políticas públicas de conservación, permaneciendo expuestas a actividades económicas perjudiciales como la salmonicultura, pese a que la ley lo prohíbe.
El maritorio o área marina-costera de la Patagonia (Aysén y Magallanes) posee ocho Áreas Silvestres Protegidas por el Estado (ASP): las reservas nacionales Kawésqar, Las Guaitecas y Katalalixar, y los parques nacionales Bernardo O’Higgins, Alberto de Agostini, Laguna San Rafael e Isla Magdalena. En total, suman (al menos siete de ellas) 6,3 millones de hectáreas que -por su carácter de área protegida- deberían contar con planes de protección efectiva a mediano y largo plazo por parte del gobierno chileno.
Sin embargo, de acuerdo a un estudio realizado por el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile (UACh), en la práctica no han sido consideradas en la institucionalidad ambiental y política pública referente a la gestión de áreas protegidas.
Esta información científica fue entregada por el programa a los miembros del Comité Nacional de Áreas Protegidas del Estado (CNAP) con el objetivo de que «sea revisada y analizada en el marco de las facultades de cada institución pública que conforma el CNAP y del trabajo coordinado del mismo, para que se valorice esta porción de maritorio que tiene características naturales y culturales únicas en nuestro planeta, y se desplieguen los esfuerzos interinstitucionales necesarios para su conservación, apoyando el trabajo que ha venido realizando la Conaf en esta materia», señaló César Guala, director del Programa Austral Patagonia de la UACH.