El IV Encuentro Nacional de Áreas Protegidas y Comunidades Portal se realizó ayer en el Centro Cultural La Moneda, con la participación de Julia Miranda, actual miembro de la Cámara de Representantes de Colombia y ex directora de Parques Nacionales Naturales de ese país, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, entre otras autoridades nacionales y regionales. Además, destacó la gran participación de comunidades locales.
Ayer tuvo lugar la cuarta versión del Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades Portal, en el Centro Cultural La Moneda, Santiago. Se trata de un evento creado para celebrar las áreas protegidas del país, pero también para abordar los desafíos que demanda su gestión efectiva, fundamental para cumplir con compromisos nacionales e internacionales de conservación. Para ello, el Encuentro convocó a diversos sectores y actores relacionados con la temática, desde la ministra de Medio ambiente hasta las comunidades locales aledañas las áreas protegidas.
“Valoramos este encuentro que se realiza en la antesala de la COP16 de Biodiversidad, que comienza en unos días más en Cali, Colombia. Recordemos que el próximo año, la COP30 de Cambio Climático se realizará en Brasil, por lo que los ojos del mundo estarán sobre esta región. La protección de la biodiversidad es uno de los ejes de este Gobierno y, en esa línea, creemos que nuestro principal legado como ministerio será el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, que fue aprobado el año pasado luego de 13 años de tramitación en el Congreso y que está en plena etapa de implementación”, señaló al respecto la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas durante la jornada inaugural. En efecto, el 20 de octubre se inicia en Colombia la próxima cumbre del Convenio de Diversidad Biológica o COP16, en la que se revisará el estado del plan global para detener y revertir la pérdida de biodiversidad al año 2030, en función del cual Chile -y los otros países parte- ha asumido el rol de proteger efectivamente el 30% de sus áreas terrestres y aguas continentales, costeras y marinas.
Durante su inauguración, el evento contó con la destacada participación de Julia Miranda, actual miembro de la Cámara de Representantes de Colombia y ex directora de Parques Nacionales Naturales de ese país por 17 años. “Estoy muy agradecida por la invitación a participar en este Encuentro que celebra el trabajo con las áreas protegidas; un trabajo que lleva varios años de esfuerzo enorme a través de una colaboración entre el sector privado, público, el sector oficial, para lograr las metas de conservación de este bello país, comprometidos además con la efectividad del manejo de sus áreas protegidas”, señaló Miranda.
El evento es liderado por organismos de Gobierno como el Ministerio de Medio Ambiente, CONAF y Sernapesca, junto a The Pew Charitable Trusts, Fundación Áreas Protegidas, el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, la Estrategia de Comnidades Portal de la Patagonia y el Centro Cultural Palacio de la Moneda. La amplia participación que tuvo su cuarta versión “consolida la importancia de contar con un espacio abierto a la ciudadanía, que congregue a la sociedad civil, organismos de gobierno, servicios públicos, ONGs y fundaciones, comunidades portal, gobiernos regionales, entre otros. Es un espacio necesario para acercar las áreas protegidas a las personas e instalar la noción de que estas áreas son de todos y todas, así como también lo son las brechas que debemos abordar para que sean bien manejadas”, agregó el Dr. César Guala, director del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile.
Cabe recordar que hoy el 37% de la superficie de Chile está protegida bajo alguna figura de protección, lo cual representa una oportunidad única de generar un sistema de conservación terrestre y costero-marino que destaque por proteger de forma efectiva los extraordinarios valores naturales del territorio nacional, por respetar e integrar la cultura e identidades de las comunidades locales, y por ser un polo un desarrollo económico y social sustentable, local y nacional. Al respecto, Francisco Solís, director del Programa Patagonia chilena de la ONG Pew, señala que “Este encuentro nos brinda la oportunidad de entender que las áreas protegidas no son antagonistas del desarrollo, sino que -por el contrario- pueden ser pilares del desarrollo armónico de las comunidades y del país, de un desarrollo duradero que mantiene la integridad de los espacios naturales y aporta al bienestar las de las comunidades”.
Por su parte, para Aída Baldini, directora nacional de CONAF, “este encuentro está poniendo en valor la importancia de la participación de las comunidades aledañas a las áreas protegidas en su gestión, porque las unidades no solo conforman un paisaje, sino que adquieren la cultura de las comunidades que la rodean”.
Durante el Encuentro se llevaron a cabo siete paneles de conversación sobre diversas temáticas asociadas a los desafíos de gestión de áreas protegidas, su potencial como motor de desarrollo local, la importancia de la participación ciudadana en la promoción de iniciativas de protección, entre otros. Además, hubo un sector de stands en el que una treintena de organizaciones y actores mostraron su trabajo en torno a la protección de ecosistemas y biodiversidad, y tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias y generar redes de apoyo. “Es muy motivante, inspirador, conocer a otras comunidades que están tratando de hacer lo mismo que nosotros, saber que no estamos solos en esto. Es muy importantes hacer redes para sacar ideas, motivarse con el logro de otros o con los esfuerzos de otras comunidades para proteger sus espacios”, dijo al respecto Tatiana Sandoval, presidenta de la organización del valle de Cochamó y miembro de Puelo Patagonia.
Asimismo, el evento contó una exposición de las fotografías que participaron en el concurso “Naturaleza y Bienestar Humano” de la Fundación Áreas Protegidas; otra exposición de fotos sobre ríos de Chile, iniciativa de la Coalición Ríos Protegidos, y con una muestra del trabajo que realizan las comunidades costeras de la Patagonia para reconvertir la basura que deja la industrial acuícola en sus playas, en artefactos de utilidad.