
La conservación de estos dos ríos de la Región de los Lagos es un triunfo histórico liderado por las comunidades locales que por años han buscado conservar ecosistemas esenciales para su cultura, bienestar y el desarrollo económico local.
La conservación de los ríos Futaleufú y Puelo, en la Región de Los Lagos, marca un hito histórico para la Patagonia chilena y para el país. La Contraloría General de la República confirmó la declaratoria de Reserva de Caudal con fines de preservación ecosistémica para ambos ríos, ratificando su importancia ecológica, cultural y social. Esta figura legal garantiza que mantendrán un flujo suficiente para conservar sus ecosistemas y los modos de vida que dependen de ellos, fortaleciendo actividades como el turismo sustentable, la agricultura y la ganadería local, al mismo tiempo que impide el desarrollo de proyectos de gran envergadura que puedan alterar su dinámica natural.
El anuncio fue recibido con alegría por las comunidades locales, que por años han impulsado la protección de estos ríos emblemáticos de la Patagonia. “Las comunidades de Futaleufú y Cochamó viven del turismo sustentable, la pesca recreativa, la agricultura familiar y han sido férreos defensores de sus ríos para mantener un equilibrio entre el desarrollo local y la conservación de las especies que se desarrollan en y a partir de estos ríos”, indicó el director General de Aguas, Rodrigo Sanhueza, destacando la importancia de que este trabajo surja desde las comunidades, asociaciones y municipios.
Las reservas de caudal son una herramienta de gestión hídrica para proteger un porcentaje del caudal de un río con el fin de conservar su régimen hidrológico y las funciones ecológicas asociadas. No afectan los derechos de aprovechamiento ya otorgados y buscan mantener los servicios ambientales y culturales que los ríos proveen a las comunidades locales.
En esa línea, Nicolás Álamos, encargado de Agua Dulce del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, destacó que “el reconocimiento de los ríos Futaleufú y Puelo como reservas de caudal representa un avance significativo para la conservación de los ecosistemas de agua dulce en la Patagonia. Si bien este resultado ha sido posible gracias al impulso de las comunidades y organizaciones locales, es fundamental que la institucionalidad pública, la academia y otros actores sigan avanzando en una estrategia nacional de priorización que permita proteger los principales cuerpos hídricos del país de manera planificada y no como casos aislados. Las reservas de caudal deberían consolidarse como una herramienta del Estado para la protección de las cuencas y la adaptación al cambio climático”.
Finalmente, enfatizó que “continuar con la declaración de reservas para los ríos Yelcho y Palena será clave para fortalecer la gestión integrada de las cuencas patagónicas y asegurar la provisión de agua y bienestar para las generaciones futuras”.
Una articulación entre comunidades, organizaciones y academia
Este hito es el resultado de años de trabajo que, en ambos territorios, comenzaron sus comunidades. En un inicio, se organizaron en oposición a proyectos hidroeléctricos de Endesa, ahora Enel, y luego impulsaron la protección de sus ríos como base para su desarrollo económico y la conservación de sus actividades tradicionales. Particularmente, en 2016, tras la renuncia de Endesa a los derechos de aprovechamiento de agua en varios ríos del país y la cancelación de proyectos hidroeléctricos que perdieron su permiso ambiental, diversas organizaciones ambientales y coaliciones de protección de ríos, sumadas a los municipios y autoridades regionales, iniciaron un complejo proceso técnico y legal para resguardar el caudal de dos de los ríos más emblemáticos y caudalosos de Chile: el Puelo y el Futaleufú.
Para Genaro Vega, representante de la Asociación de Guías de Pesca Futaleufú Fly Fishing, “proteger las aguas del río Futaleufú desde siempre ha sido una necesidad de los habitantes, sin embargo, hasta ahora no había podido concretarse en algo tan esperado. La reserva de caudal por fin garantiza a la comunidad local y de emprendedores, que el turismo, la pesca recreativa y la cultura se puedan seguir desarrollando en equilibrio con nuestros ecosistemas”.
“Hoy se ha logrado un anhelo de muchos años y de una fuerte convicción”, dijo por su parte Darío Urrutia, habitante de río Puelo y uno de los principales impulsores de este nuevo río protegido en su localidad. “Este es un hito importante para nosotros, pero mayor es este hito para todas las comunidades que están luchando para que todos estos cauces naturales sean declarados libres y protegidos. Es también un hito para el país, para esta sociedad que está tan escasa de todos los recursos naturales, y que se vean protegidos es una manera de entregarle algo maravilloso a las futuras generaciones”, recalca.
El director de la ONG Bestias del Sur Salvaje, Paulo Urrutia, destacó la importancia de este hito ya que “en una época marcada por la incertidumbre, este es un logro histórico no sólo para estos ecosistemas, sino para todas las comunidades que cuidan de sus ríos y que creen que otra forma de hacer política es posible. Porque un río que es protegido, es una comunidad que deja de estar amenazada. Es una sociedad que permite ampliar la mirada de desarrollo con una mano en el presente y un paso en el futuro”.
En medio de un escenario donde la escasez hídrica es una realidad, el abogado y director de la ONG Puelo Patagonia, Andrés Amengual, destacó la importancia de la publicación de este decreto, señalando que “la figura de Reserva de Caudal es crucial para evitar proyectos que comprometan la biodiversidad o el acceso de las comunidades locales a este recurso. La preservación del caudal es esencial para mantener la salud de los ecosistemas acuáticos, que albergan especies endémicas y cumplen un rol vital en la regulación del clima y la provisión de agua potable. Si bien estamos contentos por esta declaración, estamos estudiando su contenido y alcances con cautela, ya que se trata de un avance importante que requiere un análisis técnico detallado, pues su correcta implementación será clave para el futuro de la cuenca”.
El trabajo por la conservación de los ríos que hoy comienza a rendir frutos no es una tarea nueva. Desde hace más de 20 años, distintos actores a lo largo de Chile se han organizado para avanzar en la protección de los ríos libres. En los últimos años, la Coalición de Ríos Protegidos, que reúne a organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación- entre ellas el Programa Austral Patagonia UACh-, ha promovido la implementación de mecanismos de protección con base científica, legal y con un fuerte trabajo comunitario. Actualmente, los habitantes de los ríos Yelcho y Palena se encuentran articulados para avanzar hacia nuevas reservas de caudal, consolidando una visión compartida de futuro que resguarde los ríos libres de la Patagonia para las próximas generaciones.