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Los desafíos de la inversión pública en la industria del turismo en tiempos de Covid: el caso Parque Patagonia

16 de March de 2021

Por: Verónica Orias Vigueras, emprendedora turística, Chile Chico

No es fácil mirar el futuro en todos los frentes de la vida sin dejar de preguntarse cómo será todo cuando la pandemia nos haya dado la tregua que tanto necesitamos y se retire silenciosa dejando una larga estela de duros recuerdos.

Desde nuestro sector —el turismo— las cosas no han sido nada de fáciles, claramente hemos sido golpeados como nunca y seguimos luchando como siempre y para cuando las cosas retomen un curso más o menos normal. Pero nada será igual, lo vivido por la pandemia nos deja lecciones importantes sobre las cuales reescribiremos una nueva manera de enfrentar la vida, el trabajo y nuestros empeños.

Desde esa lógica, me pregunto ¿cuál será el rol y visión del Estado en la inversión pública para nuestro sector y cuál será nuestra participación como privados para poner en régimen la experiencia de este año?, la que hemos cargado en nuestro ADN emprendedor. Lo manifiesto porque me he informado del proyecto del Centro de Atención a Visitantes que se construirá en el sector Jeinimeni del Parque Patagonia, ubicado específicamente donde se encuentra la Cueva de las Manos, en la Región de Aysén. El proyecto, que se construirá con fondos públicos, contempla mejoramiento de senderos y caminos. Sin duda, es una buena noticia que llega en un momento complejo para el sector turismo debido a las cuarentenas y cierre de parques y reservas, sin embargo al mismo tiempo pienso en todos los años que han pasado para que este financiamiento de 4.000 millones de pesos se concrete, debido a que recién en mayo 2021 se contempla la iniciación de los trabajos.

No quiero decir con esto que la iniciativa no esté bien, al contrario, pero es importante que además de mejorar infraestructura se refuercen otros aspectos ambientales y culturales que hacen de la Patagonia chilena, un lugar único. Sin ir más lejos, hace una temporada atrás, conversaba amenamente con un grupo de pasajeros de Reino Unido, quienes son muy asiduos a nuestra Patagonia y me decían dos cosas: les encanta venir porque aquí no se “topan” con nadie, porque la vastedad del paisaje limpio les parece único y dos, por la baja carga de intervención de los seres humanos en los territorios.

¿Cuál será el rol y visión del Estado en la inversión pública para el turismo pos pandemia y cuál será el rol de los privados?

En lo primero, creo, aún estamos con un superávit de paisaje amplio y generoso lo cual es altamente alentador, porque el nuevo turista saldrá tras él, una vez que nos desconfinemos y en lo segundo, también estamos a salvaguarda, porque la inversión en infraestructura por estos lugares, a mi juicio, no es disruptiva en el territorio, sin embargo otra cosa es lo que pasa con ella una vez ejecutada, y que tiene una larga historia de ejemplos relacionados con la escasa y casi nula mantención y operación de los proyectos ejecutados, los que finalmente se transforman en una pesada sombra de lo que quisieron ser, dejando una huella de deterioro y fealdad, que es muy difícil de soslayar. En eso todos tenemos el desafío de protegerlos, pero es fundamental que estas inversiones vengan acompañadas de financiamiento para la gestión de las áreas protegidas, por ejemplo, recursos para que Conaf pueda hacer mejor su trabajo y así se conserve de buena manera estas áreas y la experiencia del turista sea de carácter mundial.

Un desafío a superar, es la baja integración de las comunidades con su territorio y su escasa valoración y comprensión del turismo de intereses especiales y como anfitriones.

Otro desafío a superar, es la baja integración de las comunidades con su territorio y su escasa valoración y comprensión, por lo que este tipo de iniciativas debiera tener como misión, una fuerte vinculación con los habitantes del lugar, no como turistas ni visitantes, sino que como verdaderos anfitriones, preparados y comprometidos, es lo que se quiere impulsar desde el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile.

La misión está lanzada, creo interesante contar con este tipo de proyectos, repensados en el nuevo perfil de visitante, pero creo también que hay que sentar las bases claras respecto de la forma en que estos lugares interactuarán con sus comunidades y es importante saber cómo estas obras se mantendrán durante toda su vida útil, aspirando a que sean un aporte al paisaje y no una presencia ruinosa de la cual avergonzarnos.

Columna de Verónica Orias
Publicación original: Revista Enfoque

 

 

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